Se trata de una reforma integral de vivienda que se ha transformado totalmente, donde se han mantenido exclusivamente algunos elementos estructurales, vaciando el interior para poder obtener amplios espacios con mucha luz natural.

Estado inicial:

Se han aprovechado al máximo las posibilidades que tenía la vivienda, modificando la distribución para disfrutar de mayor comodidad, a la vez que se ha tratado energéticamente en su globalidad, utilizando sistemas pasivos de ahorro energético que reducen el consumo así como las emisiones de CO2 que afectan al cambio climático.

Toda la intervención se plantea con los mismos materiales locales utlizados en la construcción existente (madera, barro, cerámica, etc), lo que hace que estemos hablando no sólo de una arquitectura acorde con el entorno, sino también de una actuación de reforma sostenible y respetuosa con el medio ambiente, que se adapta a las necesidades de uso contemporáneas pero que mantiene el espíritu de la vivienda tradicional original.