Se trata de la construcción de una vivienda de ajustado presupuesto en una sola planta. El tratamiento de las fachadas se diseñó en función de la orientación de la parcela y con el fin de obtener la mayor eficiencia energética posible y un importante ahorro en el consumo de calefacción.

Constructivamente hemos optado por un sistema de cimentación superficial de zanjas corridas y zapatas rígidas, que minimiza los costes de construcción.

La estructura portante la hemos solucionado mediante pórticos de hormigón con vigas planas en algunos casos y peraltadas donde es requerido. El entrevigado es de viguetas pretensadas de hormigón armado y piezas de hormigón aligerado. Los aspectos básicos que hemos tenido en cuenta a la hora de adoptar el sistema estructural para la edificación son principalmente la resistencia mecánica y estabilidad, la seguridad, la durabilidad, la economía, la facilidad constructiva y la modulación estructural.

Los materiales elegidos para el exterior son ladrillo rústico de la zona, teja cerámica y piedra caliza blanca en los zócalos y los recercos. Para la adecuada definición del aislamiento térmico en el sistema envolvente se ha calculado la demanda energética prevista del edificio para las condiciones de verano e invierno y su eficiencia energética en función del rendimiento de las instalaciones proyectadas.